Descubrí la fotografía gracias al sonido del arrastre de una película blanco y negro que llevaba la cámara de una mujer malagueña, me pareció que se paraba el tiempo.
Me interesé por lo más básico de este lenguaje y profundicé en el laboratorio blanco y negro y las técnicas antiguas. Unos métodos que me permiten llevar a la reflexión todo aquello que quiero o necesito contar, son procesos lentos, durante los cuales, cualquier decisión o cambio afectan de manera irreversible en el resultado final de la imagen.
Durante años compaginé mi trabajo como fotógrafa con el mundo de la dirección de arte en proyectos independientes dentro del mundo del cine y la publicidad.
Más que como una fotógrafa y directora de arte me defino como una hacedora de imágenes y creadora de ambientes y espacios, ya que uso este medio para hablar y contar historias más íntimas que objetivas. Me interesa todo lo que rodea al mundo más onírico de las personas, sus anhelos y sus deseos, a través del retrato descubro un paisaje en cada personaje que parece reinventarse así mismo durante la sesión.
“Abrir puertas a proyectos heterogéneos”.